La importancia de dejar, de soltar, de vivir más ligero

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De nuevo nuestra tendencia natural a algo que , en ocasiones, sólo nos puede llevar a vivir con una losa cargada a nuestra espalda, con un peso innecesario y además sin ser conscientes de ello. Sólo cuando nos paramos a reconocer y aceptar cambios es cuando nos damos cuenta de la ligereza que eso nos aporta y del enorme peso que llevábamos tiempo aguantando sin saberlo.

Aprendemos a ir cargando nuestra mochila con pequeñas cosas y por eso no nos damos cuenta de que cada vez va pesando un poquito más.

El miedo a los cambios, la comodidad de la rutina, el aferrarnos al pasado, a personas, situaciones que “no podemos o no debemos cambiar “ aún cuando sólo nos aportan sufrimiento, el miedo a perder algo, el apego….. son tantos los motivos por lo que no dejamos soltar que la lista sería interminable. Algo así como “más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer”… ¡¡¡que daño hace el refranero español en ocasiones, muchas!!!! .

El MIEDO, una vez más, nos limita, nos detiene. Aparecen creencias que hacen que nos detengamos ante cualquier cambio.

Por el contrario SOLTAR significa dejar de forzar algo que deseamos suceda de esa forma y en la que nadie está cómodo; es dejar de luchar por algo que no encaja, algo que ha terminado ya;

Es posible que sea a una persona, un objeto, una situación concreta, una creencia …. ¡¡¡¡Hay tantas cosas que nos ayudarían a vivir más ligeros, con menos cargas emocionales… ¡!!! Me permito daros algunos apuntes para hacer real la práctica de “Soltar”, merece la pena esta nueva actividad.

¿Te atreves a dejar ir?

Si decides probar yo te diría que la clave está en ACEPTAR. Asimilar que las cosas han sucedido de una determinada forma y que hemos sido felices mientras esa situación ha durado pero que actualmente las cosas han cambiado, las personas cambian, las emociones…. Todo está en un proceso de cambio, nada es constante… ¿Te adaptas o decides cambiar?¿Te pesa o te hace liviano el camino?.

Hay personas, momentos, situaciones que nos gustaría cambiar pero la realidad nos dice que eso no es posible y que además DAR LIBERTAD significa amar y amarnos a nosotros mismos. Dejar ir significa aceptar incluso el dolor de lo que venga. Es acercarme un poquito más a nuestra esencia como persona, a nuestros valores, a nuestra decisión de vivir la vida que deseamos y no la que los demás desean que vivamos.

Vive el duelo que te supone soltar, el momento de dolor o de alivio, de cambio… lo que te suponga dicha acción.

Y ahora CONFÍA, confía en nuevos aires, nueva gente si es eso lo que necesitas, nuevo estilo de vida, de pareja, de amigos… no lo sé, búscalo tú.

Sólo quitarte la carga que llevabas durante el tiempo que sólo tú sabes ya merece la pena; el miedo es algo necesario pero en su justa medida. Suelta culpabilidades, eternas tristezas, creencias que te limitan…. Suelta, suelta, suelta… Suelta al que te hizo daño en el pasado, al jefe rencoroso que te amargó durante años, a tu familia que no te entendió y a la amiga que no te acompañó. SUELTA.

¿Cuánto menos pesas ahora?¿Cuanta carga has dejado en ese vado?¿Cuan ligera se vuelve tu vida ahora que te atreves a soltar?¿Cuanto has adelgazado?

RESPIRA, AGRADECE, VIVE. Abandonar recuerdos no es malo, es avanzar, es llegar a tu plenitud , es CRECER.

 

Porque a veces querer es dejar ir… dejar ir para encontrar-nos.

Y recuerda:

Lo que no dejas ir “LO CARGAS”

lo que cargas “TE PESA”

y lo que pesa “TE HUNDE”

 

Aprende a soltar, perdonar y dejar ir… sólo así vivirás feliz.

 

¡¡¡Gracias!!!

 

 

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