¡¡¡ El arte del saber escuchar!!!
En Coaching lo llamamos “ Escucha Activa” y es que una de las cualidades que definen a un Gran Coach es , sin lugar a dudas, su escucha.
Para empezar creo necesario resaltar la diferencia entre “escuchar” y “oír”. En un principio nos puede parecer algo obvio pero os aseguro que hay matices que nos pueden sorprender.
La definición de escucha según la Real Academia de la Lengua es : “ prestar atención a lo que se oye” mientras que la de oír es:” Percibir con el oído los sonidos”. Uno puede perfectamente oír (si no tiene ninguna deficiencia auditiva) pero no escuchar.
Te invito a detenerte un momento y pensar en la siguiente pregunta : a lo largo de tu día, que haces más ¿escuchas u oyes?¿tienes clara la diferencia?.
Este es un tema al que no prestamos demasiada atención y ante el que no nos solemos detener a menudo pero os aseguro que el cambio entre escuchar y oir en vuestro día a día puede hacer que cambien muchas cosas sobre las que merece la pena pensar y detenernos un poquito.
Cuando escuchamos es necesario tener activados otros sentidos para entender lo que estamos oyendo. Requiere concentración, razonamiento …
Cuando oímos basta con activar el sistema auditivo; si no hay ninguna deficiencia auditiva o ésta está siendo corregida de alguna manera, entonces lo que hacemos es captar sonidos sin necesidad de atención ni concentración por nuestra parte.
Cuantas veces oímos eso de “ya te lo conté pero no me prestaste atención” ¿verdad?; en realidad estábamos oyendo pero NO escuchando.
Si bien es cierto que hay determinadas personas a las que prestamos menos atención por tener quizá menos afinidad con nosotros, también es verdad que con personas cercanas con las que sentimos una gran empatía , en ocasiones “ desconectamos” de aquello que nos están contando. Esto puede ser debido por motivos de poco interés en algún tema concreto o porque simplemente nuestro cerebro necesita un rato de “ahorro de energía” y no nos permite estar presente con la atención que la conversación requiere.
La voluntad de querer escuchar es algo necesario por supuesto pero la condición física y psicológica del momento es también muy necesaria.
Entonces ¿porqué en la mayoría de ocasiones decidimos oír en lugar de escuchar?
Son muchos y variados los motivos que nos llevan a hacer esto. Os enumero algunos de ellos en los que la mayoría, creo, nos sentimos reflejados:
- Porque sólo nos interesa parte de la información que estamos recibiendo. La que nos afecta a nosotros mismos o a nuestros propios intereses.
- Porque estamos pensando en nuestra respuesta. La que nosotros deseamos dar, la que a nosotros nos ayuda, nos agrada… la que nos va bien.
- Porque tendemos a juzgar, a etiquetar según nuestro filtro de creencias y valores.
- Porque hacemos suposiciones en lugar de ceñirnos a una realidad distinta a la nuestra.
- Porque sentimos la inmensa NECESIDAD de agradar al que tenemos enfrente así como a dar Consejos e intentar solucionar algo a lo que ni siquiera nos han pedido ayuda.
En fin , hay tantos motivos por los que nuestra “tendencia natural” nos lleva a oír en vez de escuchar que podríamos escribir todo un libro.
Lo importante para mí ( no sólo como Coach sino como persona que sociabiliza con su entorno) es ser consciente, una vez más, de lo que deseamos realizar en ése momento.
El valor de la escucha activa recae en la intención de quién recibe el mensaje. Es tener la habilidad para enfocarte completamente en lo que la otra persona te cuenta y te deja de contar, entender su significado (que no el tuyo) en el contexto de los deseos del otro.
Es escuchar las preocupaciones, metas, valores y creencias de otra persona sin pasar por el filtro de nuestros propios valores, creencias y metas.
Es permitir que la otra persona exprese su situación sin emitir nuestros propios juicios de valor.
Escuchar no siempre implica estar de acuerdo con el otro, es entender que otros piensen de forma distinta a la tuya.
Recuerda que oír es un acto involuntario mientras que escuchar es algo que decides tú …